lunes, 17 de febrero de 2025

Atrévete a volar


A veces sentimos que todo va mal, que nos hundimos en un abismo tan hondo y tan oscuro, que no vemos ni un rayo de luz. Es entonces cuando sólo hay que considerar todo lo que somos y tenemos, reunir nuestras fuerzas y persistir para salir adelante y triunfantes.

Tal vez ahí nos preguntemos si vale la pena seguir adelante o levantarnos de nuevo… Pero la verdadera pregunta que tendríamos que hacernos es: ¿Mi vida vale la pena? Y creo que siempre tendríamos que responder: Claro que sí… Y entonces aparecen las razones para levantarse y seguir avanzando.  Es que como señaló Hellen Keller, "La vida, o es una aventura o no es nada". 

Supongamos que lo que nos llevó a esas preguntas es el sufrimiento reiterado por amor: no logro entender por qué si amo tanto a esa persona, estoy sufriendo tanto… no logro entender por qué ella no me entiende (o yo no la entiendo a ella)… no logro comprender por qué lo que antes era romanticismo y felicidad, ahora es rutina y desazón. Pero eso no es tan importante como comprender que, de pronto, aunque haya sufrido, lo fundamental es que en realidad ha sido un aprendizaje de lo complejo que es amar o ser amado.

O supongamos que cometí un error y caí profundamente y ahora me encuentro en una total oscuridad. ¿Será eso en lo que debo pensar? ¿Será eso lo de que debe mortificarme? ¿Valdrá la pena pensar en que si hubiera actuado de otro modo todo sería hoy diferente?... O más bien lo que debo pensar es que ya no puedo ir más abajo… y de ahora en adelante todo va a ser hacia arriba hasta que vea nuevamente la luz.

 ¿Por qué no pensar… cuando tuve que llorar… que una lágrima vale la pena porque a través de ella me reconozco como frágil y me muestro tal como soy?

¿Por qué no pensar que valió la pena cometer esos errores… porque así adquirí mayor experiencia y más objetividad y equilibrio frente a los retos futuros?

Es que vivir vale la pena… sencillamente porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a comenzar. Hay que pensar como Susan Sontag: "No he estado en todas partes, pero están en mi lista". Y deja de preocuparte por los baches del camino, sólo celebra que estás viajando.

Es que vivir vale la pena… porque cuando cierro los ojos un instante y comienzo a soñar… ese sueño se convierte en mi mundo real… un mundo en el que tengo alas y puedo volar.

Sólo tengo que dejar de lado los miedos, las ansiedades y preocupaciones, todo aquello que no me deja volar… y darle rienda suelta a los sueños que he escondido por tanto tiempo por no a atreverme a soñar.

Ten fe en ti mismo: vuelve a soñar, no mires hacia atrás, comienza a recorrer caminos desconocidos, atrévete, vive y actúa con entusiasmo y frenesí, no te rindas tan fácil ante las adversidades… y cuando lo hayas logrado, disfruta de cada uno de tus sueños, ahora convertidos en realidades, y deja una huella para que otros que aún no se han atrevido a volar, puedan hacerlo. "El Señor mismo irá al frente de tí y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes" (Deuteronomio 31,8)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Estrada destacada

¿El hombre nuevo?

  Según Robert Redeker, escritor francés, el siglo XXI está generando un "hombre nuevo" nunca imaginado ni esperado un ser humano ...

Estradas populares